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jueves, 11 de abril de 2013

Llegan las espigas...

Llega el buen tiempo, y entre otras tantas cosas molestas (Garrapatas, pulgas, mosquitos...), llegan las espigas.


Las espigas están diseñadas de tal forma que una vez que se enganchan en nuestros perros es difícil que salgan. Tienen una forma de arpón y una especie de ganchos microscópicos por los cuales no retroceden, esto añadido a que terminan en punta, hace que se claven cada vez más ayudada por los movimientos del perro.



Zonas más peligrosas y frecuentes:

Entre los dedos: Si tu perro se lame constantemente las extremidades, deberías de revisarlo, tanto visual por si tiene una espiga clavada, como manual, por si tiene ya el bulto, señal de infección. Cuando tiene el bulto seguramente se deba a que tiene la parte de la espiga dentro, y esta haya producido la infección, en este caso lo mejor es acudir al veterinario a que le receten antibióticos.

En las orejas: En este caso el perro sacudirá la cabeza, aquí lo mejor es no intentar manipular e ir al veterinario, ya que debemos recordar que no retrocede. En los perros de orejas largas es más probable, y con el pelo largo... Más todavía. Una cosa que puede ayudar en los perros de pelo largo, es afeitar la cara interna de las orejas.

En la nariz: Cuando veamos a nuestro perro estornudar constantemente, arrugar la nariz, intentar rascarse con las patas, e incluso sangrar, cabe la posibilidad de que tenga una espiga en la nariz. Hay veces que simplemente con este comportamiento consiguen sacar la espiga por ellos mismos.

En los ojos: Se suelen quedar bajo el parpado, te darás cuenta porque el ojo se inflama, lo tiene medio cerrado y seguramente le llore.

Así que ahora que empiezan las espigas (Todavía están verdes), revisa a tu perro cuando llegues a casa,  un cepillado te ayudará bastante, tanto a encontrarlas como a quitarlas. 

Yo tuve la mala experiencia en dos ocasiones, pero en este caso fue en el costado y en la zona, vamos a llamarlo las axilas para entendernos... La primera vez le recetaron antibióticos, y al paso de los días el absceso se abrió y con unas pinzas pude sacar el trozo de espiga, si no hubiera funcionado, hubiesen tenido que abrir la herida.

Así que cuidado!!!

Paseo con mi perro.

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